Sáma kuiya Kiu´un Ñuu Koatyi

Cambio de año en la Montaña de Guerrero

  • Jaime García Leyva

Hora ka´nu / hora grande
kivi ka´nu / día grande
ñuu ka´nu / noche grande
kuiya ka´nu / año grande

Yuku Sami, El Cerro de la Garza, en Cochoapa El Grande, Guerrero, está ubicado a más de 2624 metros de altitud. Es un cerro sagrado para Ná Savi, la gente de la lluvia, y en la cima, Sini Yuku, se realiza el ritual de cambio de año, Sáma Kuiya. Acuden autoridades comunitarias, músicos, mujeres, familias y muchas personas para invocar por bendiciones, fuerza, salud, bienestar, protección, trabajo, energía, bienes materiales, hacer el cambio de nombres y a comunicarse con los espíritus de los ancestros para fortalecer la salud. Los días más importantes son el 31 de diciembre y el 1° de enero.

Los Yiva Si´i (padre y madre) llevan mezcal, aguardiente, cerveza, guajolotes, chivos, copal, velas, hojas de zumiate, castillos, toritos de lumbre y diversos presentes que ofrecen y entregan en el altar construido y adornado de flores. Se colocan en posición frente al sol para invocar por bendiciones a Savi Ka´nu (la lluvia grandiosa). Mediante rezos en la lengua de la lluvia van depositando los elementos en el altar y los ofrecen a los espíritus de la Montaña. Invocan a las almas de los fundadores de los pueblos, de hombres y mujeres que fungieron como autoridades, sabios, héroes, parteras, curanderos y a las almas de los Ndika Viko, los sabios que ya murieron para que su fuerza nos proteja e indique el camino. En la cima se sacrifica a los animales y se prepara la comida que se ofrece a Savi Ka´nu. Se deposita en el altar y se comparte con los asistentes alimentos como tamales, caldo de res o gallina, tortillas, totopos o caldo de chivo.

Son días sagrados y en el calendario ritual es el momento propicio para realizar rezos e invocaciones para la protección personal, familiar y comunitaria. Los espíritus de la lluvia, el viento, el sol, la luna, los días, los animales, los ancestros, padres y abuelos son invocados con paciencia, con sacralidad y mediante un lenguaje ritual que aún conservan y que pocos conocen. Es el momento en el cual las autoridades comunitarias acuden para pedir fuerzas y sabiduría para conducir el camino del pueblo y realizar gestiones. Para ello se requiere fuerza, sabiduría y cumplir con las prácticas basadas en la cosmovisión.

El cambio de año se realiza en otros lugares y cerros sagrados como Yuku Ndeé (cerro fuerte), en San Lucas; Cerro del Cantón en Tototepec; Yuku Savi Ka´nu en Tlaxco y La Victoria; Yuku Kivi (Cerro de la Luciérnaga) en Alacatlatzala; además de lugares como ciénegas y colinas que la gente de lluvia considera de respeto y sagrados.

En esta ocasión he cumplido 10 años acudiendo al lugar aprendiendo e invocando la fuerza espiritual de nuestros ancestros para que nos guíen en el camino.

Lo mejor para tod@s. Que no se apague el fuego de nuestros sueños y luz para el camino.

Aquí estamos. Seguimos en la danza

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