Desde el Congreso del Estado celebramos el legado de Don Benito Juárez García, considerado uno de los más destacados forjadores de la Patria Mexicana, defensor incansable de la justicia, la libertad y la igualdad, conocido también a nivel internacional como el Benemérito de las Américas.
Benito Juárez fue un político y abogado mexicano que se convirtió en uno de los líderes más destacados de la historia de México. Nació el 21 de marzo de 1806 en el estado de Oaxaca, en una familia de origen indígena y humilde. A lo largo de su vida, Juárez enfrentó numerosos desafíos y adversidades, pero logró superarlos y dejar un legado duradero en la historia de su país.
Desde niño, Juárez mostró un gran interés por el aprendizaje y la educación. A pesar de las limitaciones y la falta de recursos, Juárez logró recibir educación básica en su pueblo natal. Su determinación y perseverancia lo llevaron a trasladarse a la ciudad de Oaxaca, donde ingresó al Seminario de Santa Cruz para continuar sus estudios.
Durante su infancia, Juárez tuvo que trabajar para ayudar a mantener a su familia. Realizó diversas tareas, como el pastoreo de animales y la venta de productos en el mercado local. Estas experiencias tempranas moldearon su carácter y le enseñaron el valor del trabajo duro y la tenacidad.
A pesar de las dificultades económicas y sociales que enfrentó en su infancia, Juárez nunca perdió de vista su objetivo de superarse y luchar por un mejor futuro. Su historia de origen humilde se convirtió en una fuente de inspiración para muchos, ya que demostró que no importa de dónde vengas, sino hacia dónde te diriges y cómo te esfuerzas por alcanzar tus metas.